Me siento en la cama con el notebook al frente, lo miro de reojo y tuerso la cabeza mientras mis manos como poseidas empiezan a escribir algo de lo que no tengo real conciencia, escribo porque los demonios que me poseen se encargan de entregar solos los mensajes subliminales, felices porque saben que hay otros tan orates como ellos que quieren apoderarse de más cuerpos y exigirles al mundo que escuchen los diabólicos mensajes que se han propuesto comunicar. Y no es complicado hablar del demonio y tampoco de dios, pues vivimos en constantes roces con ellos, aferrandonos a la idea de que, dependiendo el ente, hay distintas proporciones de ellos y de nosotros en uno, porque vivimos en un mundo en que el bien y el mal se distinguen sólo para hacerlo más entretenido, analizando de buena forma, todos queremos a los malos, siempre alguna mujer tiene algún tipo de fantasías con el villano perverso de la serie y los hombres, macabeos en mayoría, se dejarían azotar por una espetacular sádica, en fin, aceptémoslo, ansiamos, deseamos, queremos, anhelamos la tierra que tenemos... plagada de incubos y sucúbos, plagada de sentimientos mundanos, terrenales y humanos, que bien nos hace de vez en cuando no querer alcanzar la virtud de la que tanto nos hablan los filósofos, la sabiduría, o la perfección?? Qué se lancen al viento todos los pensamientos descabellados que tenemos de una vez, porque no basta con hacerse el sumiso si quieres confesar que eres instintivo, yo lo soy y no tengo reparo en decirlo, qué sería el mundo sin los locos que no tememos bailar o cantar en la calle, qué haría el mundo sin los que quieren compartir su fluir porque saben que otros escucharán sus premisas y obtendrán juntos una conclusón desfasada, pero cierta?
Qué sería de los que no temen repetir los tópicos, que sería de los que sí le temen, qué sería de los que sienten que no encajan y de los que creen que por alguna extraña razón todo sale mal? No creo, sinceramente, en eso,... Me considero lo bastante bruja como para decir que cada vez que rompo un espejo me vienen una racha de buena suerte, que cada martes 13 lo paso excelente, y que me encantan los gatos negros, y si me analizan,,, sí, tienen derecho a decir que no estoy en mis cabales porque, aunque yo crea lo contrario, es lo más seguro, me bebo a sorbos grandes el sonido para poder dejarlo todo en silencio, quiero contemplar lo que veo con la música que decida mi cerebro seleccionar e el momento, todo tiene una nota y las palabras ganan el silencio es el gran perdedor, pero yo le tengo aprecio, porque con él somo capaces de revivir cada minuto y aguantarnos un segundo más, analizarnos un segundo más, tratar de comprendernos, tratar de comprender nuestras creencias, nuestras acciones, de las que por cierto no me arrepiento... Tú te arrepientes? Pero acaso, no crees que fue lo mejor? ... Está bien, a mi en el fondo me gusta pasarlo mal y también me gustan los malos personajes, sin ellos no sabría cuales son realmente los buenos,... Y sí, soy masoquista, muy masoquista, porque dependo de la endorfina que mi cuerpo fabrica, porque dependo de lo fuerte que me lleguen las cosas, porque dependo de la gente aunque me creo autosuficiente.... porque soy vulnerable... y tú? lo eres??
Ya realmente no entiendo,... la vida pretende convertirnos en algo más que en polvo al final? Percibimos todo y nos afecta tanto, inevitablemente hablamos de todo lo que consumimos por los sentidos, que el calentamiento global, que las religiones, que los nuevos cultos, que la nueva ropa, las enfermedades, que las pandemias, endemias, y epidemias, que los virus, que la extinción, los robots, los ovnis, ..... más....... Somos enteramente vulnerables a todo, un todo que es furto de lo que sembramos en vidas pasadas, de lo que muchos no fueron capaces de cambiar, de lo que contribuimos a cada instante, de las acrobacias que somos capaces de hacer para no tener real conciencia de lo que está pasando, de lo que nos está pasando de lo que estamos sintiendo, vivimos a base de morfina y cloroformo, vivimos a base de trapecios y cuerdas flojas, que en cualquier minuto nuestro amado y querido lado endemoniado está dispuesto a cortar con una sierra y dejarnos caer hacia un suelo que no tiene malla a prueba de errores...
Nuestra vida de incubos y sucubos, así es, una constante acrobacia para no ver las fallas...
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