Puede usted pensar lo que quiera, pero yo le afirmo que no hay mejor escritor que el que llega ebrio en su volada, que el que arma los hechos del día y los vive a medias para imaginar su final, por eso me vine largando disparates a las nubes, y el viento espantado se tapaba la boca con la mano, por eso miré desierta a quienes me plantearon su expresión de pena... Nací sóla y así moriré, entonces me niego a los rechazos que largaron mis textos e hicieron posible el camino de los míos, entonces, me quemo por las veces que di mil temas para este alcohol que hoy en día tapo. Bebo, bebo, bebo... Los brebajes de los dioses y me inyecto de las antipatías que me fueron dadas, me nutro de las fuerzas y sigo viviendo, contando lo que he sentido y congelando las ideas para no perderlas, para tener cuidado de trizarlas con los pies, para tener cuidado de cotizar mis alegrías en el punto máximo del cielo.Puede usted intentar demostrar lo que quiera, pero no logrará su meta si se empeña tanto en eso y no trabaja, que los látigos que empujan nuestro andar son distintos, porque, por mi puro nombre, ya tengo espinas en todo el cuerpo y las renuevo para que estén siempre fuertes como la casa nueva: verde, alta y erguida, como el bambú roído que pocas veces es capaz de callar tu alimento. Entonces, siga lanzando sus láser de los ojos, sabiendo que el frío no aplacará su tono, que el gas no querrá comerlo y evaporarlo como lo ha hecho siempre. Sepa que la fiesta no es tan simple y que los orgullos máximos pueden agobiarlo de tan perfectos. Creo no tener un recuerdo cercano en el que haya nombrado mi gusto por lo perfecto, sé por entero que mi café doble se ha comido mi calcio y estaré prontamente rota y tirada en la acera, que en mi puzzle no hay letras que calcen exactas, son tan flexibles como yo,.. Son tan molestas y desesperantes como yo.Puede usted creer que yo veo los olores y que me enceguesen los ruidos que palpo con las piernas y estará en lo cierto, pero no logrará sacarme palabras de lo guardado, porque los candados están soldados, porque se ha perdido la llave, o porque la maestra de todas esas está en mi mente, porque lo impaciente de mis brazos brota de eso y me incita a zafarme de los idiotas que me cogen por las noches. Entonces así, putamente, reviso los rincones de su cuerpo y sus lunares, vida perra, vida triste, vida aberrante y carnavalosa,... Qué imposible es dejar de albergarte en mis órganos y en mi alma, qué fatídico es intentar dejar de drogarte con los pitos del sol, qué inconsecuente soy al alabarte y destrozarte de una vez, aunque nunca he dicho que te odio... Del amor al desprecio hay sólo un paso, mentira, son las mismas cosas demostradas de otra forma, así que elija su tono o su amalgama, elija su paso en esta desdentada. Cómase los gusanos de la tierra que por ésta vez,.. Nadie lo regañará.
lunes, marzo 09, 2009
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