Los mismos boches, la misma escritura pesada, los temas de siempre... Aquel tono repetitivo, opacante, cabizbajo, copado de emociones reprimidas, lleno de rabia, luego de tristeza.
Los pesos pisantes de moras, de enredaderas, los pesos pisantes de cosas que no me entiendes, que no te entiendo.. Yo creí que nuestro pacto estaba saldado, yo pensé que no le darías más vueltas a mi camino, tú quieres torcerlo, hacerlo finito, yo creí que mi vida no tendría beneficios tan grandes, pensaba que el pago que te daba era justo y ahora vienes devolviéndome el dinero... Por lo que me pregunto si en realidad estás jugando al trueque y hoy tomas mis emociones y las llevas lejos: Lejos las contenturas de la emoción, lejos los despilfarros emocionados de amistades, lejos los paseos penseabundos, las nostagias solitarias, la ausencia de caricias con significancia, lejos el arte y la cultura.
Te pregunto, con el fin que me respondas: ¿Cómo le haces entender a todos que las óbices son mayores? ¿Cómo no permites que descubran que tiene que existir un punto en el que todo se lleve al ritmo?... A veces recuerdo las predicciones antiguas esas que te indican que los corazones son máquinas que también fallan, pero ¿Qué pasaría si descubren un cuerpo con un ciclo biológico perfecto, con un metabolismo impávido al acoso del ambiente? ¿Qué pasa si es contagioso? Como la risa, mira que a ti no te hablo de tristezas que debes saber ya de muchas, ahora: Dime, dime vida cómo quieres comerte los minutos, como juegas con nosotros a que aprendamos, a darnos oportunidades, a quienes nacen con la estrella que les dice que sí, que acepten, que se arriesguen, que aprendan a decir que no, que se cuelguen, que se agarren de los rayos del sol, que se achurrasquen con el calor de la pasión abrazante que les genere lo poco o lo mucho, sea abstracto o tangible, implícito o descifrable...
Dime vida ¿Qué me cobrarás ahora que tengo mucho más de lo que imaginé?
Dime vida ¿Qué me pedirás a cambio del amor?¿Qué me vas a dar en trueque por la amistad?¿Qué me vas a rentar intermitentemente en mi juego cariñoso, lleno de matices, de estragos y soluciones?
Dime vida ¿Cuánto me espera aún?
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