Hoy vamos a hablar de la inmortalidad de la mujer y del desmedro del miedo por quienes no buscan ser apresados: Tratemos sin discriminación, ni distinciones. La verdad de los temas expuestos en todos sentidos nos hace iguales frente a todo sin importar la índole corpórea más que el aumento de determinadas características, sin nostalgia por miembros ni cavidades. Entonces: Cualquiera es capaz de hacer lo que sea, de pensar lo que quiera, de cambiar, de exponerse, de librarse, de liberarse, de pensar en una vida libre de nostalgias de tiempos machistas que no caben en una sociedad en la que cada ente debiese ser libre y, a quienes se les antoje adueñarse de otros, les cuento un secreto: Por más que usted quiera retener o adueñarse de un cuerpo, la cabeza puede llegar a lugares mucho más lejanos, puede situarse ávida llena o ausente de materia, puede insinuarse, puede coquetear con terrenos que no se ven, y como dicen por ahí: "Lo prohibido es más emocionante", así que no intente Prohibir lo improhibible porque la vida no se vive de boca de otros: Se sufre o goza en carne propia.
Ahora, cuando una mujer camina sola a las 4 de la mañana, sin que nadie lo sepa, dejando abierta la puerta de la casa, buscando los senderos más oscuros para llegar a otros peores, entenderá usted lector que: Nada puede pasarle si ella no llama el miedo. Por eso el valiente es tan noble, porque jamás teme, porque finalmente siempre será un héroe, porque finalmente cumplirá lo que quizo y porque, probablemente y, aunque usted no lo crea: Quizás él sea inmortal, ella sea inmortal y yo sea inmortal.
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