domingo, marzo 14, 2010

Cavilaciones sísmicas

La belleza inagotable de los días, la presencia interminable de aquella maña majestuosa de la tierra que le recuerda a quienes no creen que es ama y señora de nuestras vidas.
Y, entonces, cuando la vida en comunidad se hace más necesaria, cuando vulneran los débiles y los fuertes protegen, cuando los que fuimos criados bajo leyes de pocos, añoramos las instancias solitarias.
No hay agua, luz, ni teléfono, todos los "Servicios Básicos" son comodidades del humano y, entonces, me pregunto: ¿Quiénes serán los capaces ante pruebas peores de sobrevivir en ambientes contrapuestos a nuestra artificial "naturaleza", en la que hemos crecido y de la que hemos a prendido a vivir.
Selvas de concreto se elevan aún en las calles y otros continúan por los suelos, cuando aún queden pedazos de piel de descarnados entes electrificados. Para que así pudiéramos saltar y escalar por y entre los árboles, en el momento en que las teclas no sean más que aparataje de plástico y metal que sólo sirven de basura.
No es mi idea desdeñar años de sociedad, sino crecer y hacer de mi vida algo más valioso. Plasmar un creciente en mi espiritualidad, nunca en material: La tierra no se compra y las artillerías que mostramos para "domarla" no son más que artificios imprudentes que nos sirven para que nos colabore en la ventaja que la muerte nos de.
La esperanza como un motor cercano y perteneciente a la inteligencia, montado en la probabilidad de demencia y de el esfuerzo del trabajo, mientras el cuerpo no sacrifique el deseo de la mente y las manos puedan seguir el mandato del cerebro y los ojos.
Equilibrio, destreza y agilidad, son pilares de una inquisición innata del hombre, animales evolucionados del agua, sin temor a Dios, sino concientes de sus cualidades y eventuales limitaciones.
Ser humano no siempre es cometer errores y sentir miedos, ser humano es levantarse del suelo, limpiar su puesto y seguir andando su camino, comerse su fachada de idiota lamentando mofarse de las lágrimas y el arrepentimiento y seguir con su historia a cuestas, en pieles aradas y vivas, curtidas por mil soles negros y sembradas de hechos dignos de rememorar.
Un día leí que "El arte también es un arma de lucha" y las ganas de crecer también.
Sin dejar que nada te mueva, sin permitir que las olas te boten, sin temer que algo similar pueda ocurrirnos y sin pensar que no puede pasar.
El miedo no te soluciona los problemas y Dios no te salva de apuros de adobe, piensa en tu cuerpo y en el de los tuyos. Vive con ganas y gana con vida, que no existe un rayo en lo opaco, ni brillos en vacíos que no sean como estrellas de amor que no alimente la vida de los astros en el momento en que naciste o en la sentencia de tus bandejas de acción.
Causas y consecuencias, marejadas y tormentas, para que subas hacia lo alto, unas mil olas que a la costa te quieran llevar y le cuentes: Amigo, viejo amigo de madrugada y asilados de vida, mantén tus peces que yo de ellos utilizo las enterezas de una estadía gustosa en la tierra mía y criando, designes que yo no deba correr por tus veredas, no me arrojes a la orilla, sin mantenerme en tus cobijas y toma mi vida como pago de mis deudas.
Tiempos de emperatrices de falso apego, el desdén de mentiras que sueltan en la mirada sonrisas de pirañas, no me gustan las generalizaciones, ni me integro dentro de ellas, no me considero compleja porque suelo ser muy práctica para mis cosas, entonces, cuando no soy algo: No lo soy, simplemente. Que no se me incluya, ni se me baje el perfil. No me agradan las doble líneas, ni las injusticias. Sin bajar niveles, sin perder de vista,... Cada uno tiene lo que merece y, si he cometido fallas, pues, muy bien, que el infierno así me lo haga notar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Reflexion...
nada nos pertenece,
ni siquiera nuestra identidad,
es ahora donde aflora el verdadero ser.
Mira hacia el cielo,
y date cuenta que somos un milisegundo de la expancion del universo,
realmente no existimos...
Es por eso mismo que esta tierra tan linda y rica, nos pone en el lugar al cual verdaderamente pertenecemos.."A la nada"...

Anónimo dijo...

Es doloroso pero cierto darse cuenta que nos hemos convertido en seres demasiado dependientes de la tecnologia que claramente facilita la vida pero hacernos practicamente esclavos de ella nos deja indefensos frente a fenomenos que han existido siempre, es ahi entre rabietas y colapsos llega todo el existencialismo invitado de siempre en los mas tortuosos fracasos. Pero basta de eso, de culpar a Dios, a Zeus y a todos los que se les ocurra. Empesar a marcar nuestra propia base con la frente en alto y llegar lo mas lejos que nuestras fuertes alas que con el tiempo crezcan volar.