sábado, enero 26, 2008

Caribe I

Sorprendido? La risa feliz se curva y alcanza las estrellas más lejanas, la pasividad de los contenidos diarios nos hace dormir como cedados con la más fuerte morfina, y los párpados caen como velos sobre el cuerpo hundiéndonos en lo más profundo, agradable y ameno en estos días. Hoy existe una calma adherida a nuestro actuar y los recuerdos nos felicitan anticipándose a lo que viene, los ojos celebran lo que perciben y se bañan sonriéndole al camino. Es el viento quieto, congelado sobre nuestro hombros y adosado a nuestras manos, es el calor redondo en el pecho y el estómago, es la flexibilidad de los dedos y la energía de las piernas, .... Es verano, es sentido de piel tostada y algaraboza por el sol, son células festejando con los licores suaves acompañados de frutas exóticas y tropicales,... Vivimos en la playa con cabañas de techo paja y hamacas colgadas por doquier, la crema de coco le da tersura a cómo nos tocamos y las piñas no pinchan en las mañanas que se busca algo fresco para aliviar la sed, los bailes suaves y candentes le tocan la cintura a las hogueras que iluminan la costa, mientras el mar acuna una luna redonda y pendida del cielo extremo, más reluciente que mil galaxias juntas, más prendido que corazón blanco y puro rebosante de armonía, .... Y aunque son escuetas las palabras, éstas conmemoran las noches y las reviven cada instante, cada segundo, para poder enfrentar con guirnaldas en el cuello y ornamentos caribeños los años dormidos...

martes, enero 22, 2008

El año de los ceros

Parece que todos comenzaron a dejar de lado el pasado, cada uno retomó lo vivido desde su punto final y se limitaron a borrar lo que vivieron, con quienes y de qué forma... Preferí limpiar el arsenal que tenía escondido bajo mi cama y dentro de mis ojos, no creo que la mejor forma de enfrentar algo nuevo sea olvidar lo que ha ocurrido, sino convivir con lo bueno y recordar en instancias lo malo para disfrutar mejor... Si muchos me tacharon desde hoy, yo los seguiré leyendo tal cual eran, sin rencores, no tengo miradas planas, todas tienen el fondo que se merecen ante mí, pero una vez listo el tubo por el que se mira al cielo, es más entretenido mirarlo todo en su esplendor y dejarlo una vez de lado. Se ocultaron en los agujeros vacíos los recovecos del alma que infringían la capacidad del gozo... Republiqué en mi carátula todo lo que cabilo y los sentimientos que se han incluido a través de los años, la madurez prematura de mi imagen y la forma de plantarse sutil pero firme, el fuego no es capaz de quebrantar la alegría por nuevos tiempos, y existe algo más profundo en el ansia de descubrir miradas nuevas,... La gente se ocultaba en otros lados del universo, sin el fin de dejarnos fuera, estaban esperando el momento preciso para permitirnos pasar por la puerta en todas sus anchas y abanicarnos con ráfagas de saliva para sanar nuestras heridas, los cortes muchos los sentimos como cicatrices desde el minuto en que se generaron por la acidez que los vio nacer y que caducó enseguida con hogueras de ira y tristeza. Atrás quedaron los recuerdos que se colgaban de nuestras barrigas para seguirnos anhelantes de dolor y para vencer los segundos novatos. Dejé que se intrigaran por este plato de exóticas y eróticas especias y me preguntaron de su procedencia y su creación, les respondí que no tenía antecedentes de esas cosas pero que podían degustar y sentir los matices y la textura de su carácter, no era algo normal y llamó la atención por su extraño aspecto y cautivador semblante.... Como antiguo de blanco, fue tiñendo su tez de dorado oscuro con el sol y las pestañas le crecieron encorbándose altivas hacia los párpados, medró su cintura desde la primera vez que la vieron y su pelo se alzó voluptuoso libre de lo que antes fue atado, su piel se tatuó por el tiempo y el cambio de lo que marca con tinta en la piel. Sólo desligué las ataduras que tenía de antaño y me reí de las risas que me brindaron más de una vez, cobijóse mi amigo de las lágrimas transparentes que nunca sintió y que yo sí le di, y se enriqueció con lo absurdo del mar que le otorgué, y las excitantes escenas que con algunos "sufrí" quedan archivadas en una caja donde intenté plasmarlas para luego besar a distancia los besos que ya di y sentir las caricias a ras de piel, quizás me hagan perder la energía porque impresionan los gestos, ademanes llenos de pasión y torridez por lo que se avecina... Pero por ahora...Por ahora corro sola y feliz.