miércoles, marzo 17, 2010

La revolución del ego

Dejé las teclas empolvadas con rubor y las líneas llenas de besos, cuando el ambiente se vuelve éter y los infieles retornan a sus religiones. Pasamos por fuera de la iglesia y le escupí a Dios la misma mierda que le lanza a mi gente cuando me miran y contemplan que no estoy dentro de lo que les dicta la moral.
Con Charly es todo más distinto, parece que te sofocan las venas y, como dijo Pantoja: "Quizás es cosa del ambiente" jajajaj
No es cuestión de erecciones, el mundo está caliente y si hay que seguir haciéndolo, lucharé. Todo es parte de mi trabajo, sabes? Aunque los raciocinios no tienen clara su pega en cuentos de amor, odio y revolución, mas es el ánimo tartaroso de las mil doscientas tres compañías de lápices que se lanzan al mundo a derramar letras y trazos de locos, lindos orates.
Infusiones de carne y pensamientos, embozantes de demencia, devastadas de calor. Por eso los colores de la tierra, por eso el ánima de las flores y el reflejo del cielo. Por eso los órganos hablan de distinta forma y se le da la posibilidad a cada cual de distinguir o no su voz.
Está todo tan a la mano, hoy quiero lograr atrapar lo que nos detiene y dejarlo encerrado... A ver si le gustan sus cadenas. No pienso quedarme en las panzas de lo baldío, no pienso. Quizás no iluminada pero siempre alegre, detestando la lástima, aborreciendo la cobardía.
Planeando por el cielo rugoso de la alegría, altibajos de una ceremonia agradable ajaja.
Deja que discrimine a los que no quiero ver, aquí no se necesita a nadie.
Sólo es parte de la personalidad, aquí estamos mermando el ego y dándole agonía a las malas juntas

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