miércoles, octubre 10, 2007

Mis frases incompletas de algún día

“Quién eres tú, mujer, a qué te debes?...”

“No demoro nada en abandonar todo el odio por ti, me confunde la ambición que, al igual que la decadencia, no tienen límites, ni definiciones, has de nuevo tu antiguo método para estar segura de que es eso lo que quieres, las señales corporales constituyen un 65% de la comunicación, sólo pido un gesto, tus ademanes son producto de la presión mental que ejerzo sobre ti y tus miradas son el fruto de mi carácter de nogal en tus tierras exploradas, porque no me atrevo a tildarte de virgen, ni tú deberías hacerlo conmigo, porque mis minutos se suicidan esperándote y los que vienen se unen para tu regreso: "mes minutes se suicident en t'attendant et ceux qui viennent se joignent pour ton retour"...”

“Los enigmas se han dado, estamos dispuestos a descifrar lo que se nos venga, estamos despertando del sueño mantenido en el viaje y nuestro cuerpo aun conserva el calor contenido, el contraste con el frío nos enternece, los movimientos son suaves tratando de alcanzar el bajo cielo, y percibimos ingenuos los olores que parecen nuevos y que en realidad siempre tenemos en frente. El alcohol limpio gran parte de nuestros cuerpos, eres lo que quedó y no me refiero a la mala caña que pasa con sorbos de agua...”

“Los números me descifran cosas inesperadas, los gráficos de las finanzas me entregan más de una expectativa y me quedo esperando...”

“Notas, armónicamente agradables, mmmm despejan mi cabeza, por ahora espero que los segundos concreten sus pactos endemoniados con su muerte y la nuestra para poder salir al encuentro de mi alma, faltan unos segundos mientras tú me dices que te espere, te estás intoxicando, en todo caso tú sabes los daños y yo también, entiendes: te lo recuerdo porque te quiero. Faltan pocos días para verte, los descuento del calendario con un cariño inmenso, le narro al mundo con la ferocidad con que los despojo de la vida, con una estaca, cada día que pasó, y nos separó de nuestras gratas y múltiples conversaciones, lazos sanguíneos? quizás algún vestigio de éstos escondido entre mis capilares cirrosos y los tuyos nicotizados, y no por eso me considero ebria, sino que valoro el potencial que engendra en mi el brebaje para no dejarlos dormir, aprovechando el tiempo en hablar, tú sabes que mis teorías de vida se escapan con las brasas de una aprendiz, lo aceptamos eres el supremo y por eso te escuchamos, no es que pretendamos imitarte sino que consideramos plenamente tu forma de vivir para seguir la nuestra con tu cualidad de raíz firme en tus convicciones y aunque aún nos queda un proceso largo estamos bien encaminados, no hay problemas en decir lo que pensamos...”

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